Malo: Aún lo malo obra en beneficio nuestro. Por: Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor. mervyster@gmail.com.Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela. América del Sur. Redactado y
publicado en la red: miércoles 09 de abril de 2014.
Imagen Uno: Todo, sea bueno o malo, redunda en
nuestro beneficio
Imagen Dos: Prof. Dr. Mervy Enrique González
Fuenmayor…
Malo: Aún lo malo obra en beneficio nuestro.
Por:
Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor. mervyster@gmail.com
Maracaibo.
Estado Zulia. Venezuela. América del Sur.
Redactado
y publicado en la red: miércoles 09 de abril de 2014.
Deviene
en difícil el título de las presentes reflexiones, habida cuenta de que aquello
que nos daña y nos hace sentir pena y tristeza, en el sentido lógico, nos hace
dudar de lo bueno que pudieran ser los hechos o situaciones que han causado
estos estados de ánimo. En principio y esa aseveración tiene visos de verdad,
pero una verdad a medias, incompleta y respaldada a veces por argumentaciones
que no son del todo ciertas ni razonables. Abordemos la temática con otras
perspectivas de las que comúnmente se toman para calificar un asunto, unas
circunstancias o algunos episodios que hemos vivido, marcándolos como de malos,
trágicos, de penuria y de gran dolor. Por ejemplo si a usted le llegan a robar
su vehículo, su carro como decimos en Venezuela, es obvio que este hecho no le
causa en lo inmediato alegría, antes por el contrario le causa pena, tristeza y
un dolor por la pérdida económica y también de un instrumento o recurso con el
que contaba para trasladarse su trabajo, hacer sus diligencias personales y
familiares, disfrutar de sus vacaciones, trasladándose a otros sitios vía
carretera, etc. La perspectiva usual es ésta la de etiquetar esta circunstancia
como mala y perjudicial. Pero para tomar en consideración otra perspectiva,
deberemos ir a la fuente que orienta y regula nuestra existencia: la palabra de
Dios. Precisamente en la Carta de San Pablo a los Romanos en su capítulo ocho,
versos 28 y 29 se nos enseña que: “28 Por lo demás,
sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de
aquellos que han sido llamados según su designio. 29 Pues a los que de antemano
conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que
fuera él el primogénito entre muchos hermanos; (Carta del Apóstol San Pablo a
los Romanos, capítulo ocho, versos 28 y 29).
No
admite ningún tipo de duda mi cuestionamiento alguno, la afirmación transformada
a veces en refrán o adagio que asevera: “todo lo que ocurre sucede para nuestro
bien” o dicho de otra forma: “aún lo malo conspira para nuestro bien”. Esta
perspectiva de observar las cosas malas que nos ocurren no es nueva, por lo
menos tiene más de 2000 años. El dueño del vehículo hurtado (según lo expresado
anteriormente) desconoce totalmente el
futuro y específicamente su futuro. No sabe si en el vehículo en cuestión se
hubiese producido la muerte de alguien, su lesión o tal vez la muerte de de varias personas, con ocasión
de algún accidente de tránsito o algún desperfecto mecánico que generaría o
terminaría con saldo de heridos y muertos. Eso solamente lo sabe Dios. Y es
probable que la única forma de evitar esa situación futura era la de privar al
propietario de su automóvil. Ese es un solo ejemplo traído al azar. Pero para
fortalecer lo preceptuado por Dios en el texto transcrito he de decir como
testimonio personal, que efectivamente esta palabra de Dios, como toda ella es
veraz, absolutamente cierta e irrefutable. En mi caso, la mayor parte de mis
momentos más felices estuvieron precedidos por situaciones y acontecimientos
que según mi raciocinio no me resultaban ni benéficos ni mucho menos alegres.
Cito alguno de ellos también de manera aleatoria: la obtención de mi título de
bachiller, del mismo modo la obtención del título de abogado, el rompimiento y
posterior reconciliación con mi única esposa, el dejar el vicio de fumar, el
robo de dos vehículos en menos de un año, la intervención quirúrgica pulmonar
que me salvó la vida, la inaudita e ilegal suspensión de mis actividades
académicas y de investigación antes de la llegada del término y encontrándome
en un momento de gran producción, la renuncia tácita del tutor de mi tesis
doctoral por parte de de un docente hoy públicamente cuestionado, la gran
oportunidad de vivir diariamente en el seno familiar como cualquier persona
común y corriente, haciendo las comidas a las horas e incluso haciendo siesta
de cuando en vez, el vivir cotidianamente la vida en comunidad como lo hacen la
mayor parte de las personas, el trato con mis vecinos etc. Todos estos
acontecimientos en la etapa de mi madurez (Tengo sesenta y tres años de edad)
no los hubiera vivido si no se presentaron o dejaron de presentar (cuando
efectivamente los desee) un conjunto de circunstancias que en su momento llegue
a colocarles el rótulo de negativos, malos, contrarios a mis aspiraciones y
propósitos e incluso llegue al extremo de percibirlos como productos de fuerzas
desconocidas y no naturales. Pero Dios en su infinita sabiduría me ha hecho un
ser humano privilegiado, pues las cosas que tengo han sido gracias a su
voluntad, a su protección y a su orientación. Si no hubiesen ocurrido “aquellas
cosas malas” no estuviese disfrutando de la paz familiar, académica, social,
religiosa y de la prosperidad espiritual y amorosa de la que hoy me siento
saturado, gracias a la subordinación incondicional que de mi vida y la de los
míos, he puesto bajo la estricta mirada de Nuestro Señor Jesucristo, con la
intercesión de nuestra virgen Madre María, Madre de Dios y Madre nuestra y
siendo morada del Espíritu Santo (El Paráclito, El Gran Consolador, El Gran
Abogado, El que reparte los dones del entendimiento, sabiduría, lenguas,
conocimiento ,piedad etc.).
Por
todas esas razones amigo lector es que lo
exhorto a que realice una lectura meditada de la palabra de Dios y que
cada uno de sus libros nos sirva para despertar en nosotros la necesidad de
acoplar nuestras vidas a esa palabra de Dios, a sus enseñanzas, a sus preceptos
y a su Santa Voluntad. Lo bueno de lo malo, es que esto último también redunda
en nuestro bien. Piensa en cualquier situación negativa que te haya ocurrido en
el pasado y luego desplázate hasta el presente y podrás concluir de que esa
situación negativa contribuyó en un grado mayor a las cosas buenas que hoy
disfrutas. Te dejo esa tarea para que sea tu conciencia, tu mente, tu intelecto
y tu espíritu quien te suministre las respuestas adecuadas. Animo, gozo,
alegría…
Malo: Aún lo malo obra en beneficio nuestro. Por: Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor. mervyster@gmail.com.Maracaibo. Estado Zulia. Venezuela. América del Sur. Redactado y
publicado en la red: miércoles 09 de abril de 2014.
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Para citar este artículo: si se tratase del caso
ejemplificado:
GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio
Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo, Venezuela La
Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )
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REDACTADA EL 01 DICIEMBRE DE 2009.
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apellidos del autor todos en mayúsculas) y luego los nombres (solamente la
primera letra en mayúscula) Mervy Enrique. Segundo.- El titulo (entrecomillado
y todo en mayúsculas) del artículo, nota corta, reflexiones, oraciones etc.
ejemplo "CUARTILLA A MARACAIBO" .Tercero.- El lugar de publicación o
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Cuarto.-La editorial que lo imprimió o diseñó: ejemplo: Vadell Hermanos
Editores (la primera letra en mayúscula).Si lo que se va a citar se encuentra
presentado a alguna Institución biblioteca d académica, educativa,
organizaciones públicas o privada, y/o permanece en alguna(s) biblioteca(s), o
acaso ese material a citar no se ha impreso o publicado, entonces se coloca el
nombre de esa Institución u Organización, Biblioteca, etc. ejemplo. La
Universidad del Zulia, La Organización de Naciones Unidas, Biblioteca Central
del Estado Zulia, etc. Quinto.-Se coloca el año de presentación, impresión o
publicación. Ejemplo: año 2008. Sexto.- El total de las
páginas del artículo, notas, reflexiones etc. los números de las páginas 28-32
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