ORACIÓN “NO ME ABANDONES AL CAPRICHO DE MIS LABIOS”

PREPOTENCIA Y SOBERBIA



ORACIÓN “NO ME ABANDONES AL CAPRICHO DE MIS LABIOS”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
RECOPILADA Y PUBLICADA EN LA RED LUNES 26 OCTUBRE DE 2009.

O R A C I Ó N

¡Señor, Padre y Dueño de mi vida, no me abandones al capricho de mis labios ni me dejes caer por culpa de ellos! ¿Quién aplicará el látigo a mi pensamiento, y a mi corazón, la disciplina de la sabiduría, para que no se perdonen mis errores ni se pasen por alto mis pecados? Así no se multiplicarán mis errores ni sobreabundarán mis pecados, ni caeré ante mis adversarios, ni mi enemigo se burlará de mí. Amen y amen… (Fragmentos del Libro del Eclesiástico. Capitulo 23)

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Alabado y bendito seas por siempre Señor. Gracias por los dones que nos has regalado. Sin ellos nuestra vida sería estéril y sin ningún sentido. Como ser humano que muchas veces pretende actuar conforme a sus criterios y razones, no coincidentes con los tuyos. Recibo las consecuencias de mis errores y transgresiones, que me producen estados de tristezas, de soledad, de culpa, y de gran consternación personal, familiar, social y espiritual. Mis principios, mis convicciones, y mi fe cristiana se ven trastocados, amenazados, por mi prepotencia, soberbia y olvido de tu santo poder, de tu santa creación, de tu misericordia y del cumplimiento de tus designios y mandatos. En el mundo en que vivimos actualmente, el hombre al ver sus avances en las ciencias, se ha transformado en un ser engreído, cargado de vanidad, de soberbia, de prepotencia y absolutamente seguro de la prescindibilidad de Dios Todopoderoso .Invoco Señor Jesús la sabiduría que viene de lo alto, para impedir que mis pensamientos y mis palabras se desvíen del camino santo, piadoso, justo y puro que conduce a la reconciliación con Dios. Que los errores, las omisiones, deseos impuros y acciones bochornosas y deleznables se mantengan alejadas de mí, para lo cual suplico tu misericordiosa y santa protección. Que así sea. Animo, gozo, alegría….



PREPOTENCIA Y SOBERBIA