martes, 20 de octubre de 2009
ORACIÓN“SEÑOR JESÚS ENSÉÑAME A NO VENGARME”
ORACIÓN“SEÑOR JESÚS ENSÉÑAME A NO VENGARME”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED MARTES 20 OCTUBRE DE 2009.
O R A C I Ó N
El hombre vengativo sufrirá la venganza del Señor, que llevará cuenta exacta de todos sus pecados. Perdona el agravio a tu prójimo y entonces, cuando ores, serán absueltos tus pecados. Si un hombre mantiene su enojo contra otro, ¿cómo pretende que el Señor lo sane? No tiene piedad de un hombre semejante a él ¡y se atreve a implorar por sus pecados! Él, un simple mortal, guarda rencor: ¿quién le perdonará sus pecados? Acuérdate del fin, y deja de odiar; piensa en la corrupción y en la muerte y sé fiel a los mandamientos; acuérdate de los mandamientos, y no guardes rencor a tu prójimo; piensa en la Alianza del Altísimo, y pasa por alto la ofensa. Amen y amen… (Fragmentos del Libro del Eclesiástico, capítulo 28)
COMENTARIO
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Señor Dios padre bueno tu eres santo, tu sabiduría y tu misericordia nos imponen el perdón como medio para llegar a tu reino. Nos enseñas señor Jesús que la venganza no es propia de quienes aman al señor. En razón de esta gran verdad, te rogamos y te suplicamos señor Jesús, nos mantengas infinitamente alejados de la venganza, del desquite, del ojo por ojo y el diente por diente. Concédenos un corazón como el tuyo: limpio, puro, santo y misericordioso. Ayúdanos y oriéntanos a actuar como tu, con mansedumbre, con humildad, con sencillez, con buena disposición de ánimo, con ilimitada capacidad para perdonar, amar y reconciliarnos con el prójimo, fundamentalmente con aquellos que nos han ofendido y nos han hecho daño. No se puede estar en la presencia del señor si nuestro corazón, nuestra mente y nuestro espíritu están invadidos por el revanchismo, la actitud de cobrar la ofensa recibida, de asumir la venganza como mecanismo de justicia y equilibrio humano. La palabra de Dios nos enseña de manera categórica que el perdón de las ofensas a nuestro agresor, es el único camino a la reconciliación con Dios, con el prójimo y con la humanidad, además de ser el pasaporte al reino de los cielos. El propio Jesucristo les enseñó a sus discípulos a orar mediante, la oración universal del padre nuestro, en la cual un fragmento de la misma se refiere a: "perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Igualmente es significativo la respuesta que Jesús le dio a Pedro cuando éste le preguntó: ¿Cuantas veces hemos de perdonar? Y Jesús le respondió: 70 veces siete. Con lo que estaba reafirmando el carácter infinito de la acción de perdonar. De allí que la venganza debe ser excluida de manera definitiva de nuestra vida, de nuestro obrar, de nuestro pensar. La venganza no pertenece al reino de Dios. La venganza forma parte del mundo de la oscuridad, de la malignidad. No es bueno, ni misericordioso, y mucho menos piadoso el obrar del hombre vengativo, con la agravante de que "con la misma vara que mides serás medido" y ello se traduce en que no puede pedir perdón, ni la absolución de sus pecados, quien no ha perdonado y antes por el contrario le ha causado daño al prójimo. Gracias señor Jesús por enseñarnos éstas cosas y concedernos el discernimiento y la sabiduría para no ser vengativo y actuar siempre emulándote, siendo testigo autentico de tu palabra. Recordemos que el propio Jesús en sus palabras dirigidas al Padre - - - y en referencia sus verdugos - - - le dijo:”Padre perdónalos porque no saben lo que hacen “.Ánimo, gozo, alegría.
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