miércoles, 16 de septiembre de 2009
ORACIÓN “TU ERES BALUARTE PARA EL OPRIMIDO”
ORACIÓN “TU ERES BALUARTE PARA EL OPRIMIDO”
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA MIERCOLES 16 SEPTIEMBRE DE 2009.
O R A C I Ó N
Pero el Señor reina eternamente y establece su trono para el juicio: él gobierna al mundo con justicia y juzga con rectitud a las naciones. El Señor es un baluarte para el oprimido, un baluarte en los momentos de peligro. ¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre, porque tú no abandonas a los que te buscan!. Amen y amen… (Fragmentos del Libro de los Salmos, 9)
COMENTARIO
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Rodearse de los aromas salvíficos de nuestro gran hacedor es llenar nuestro espíritu de las grandes cosas que nos esperan en el reino de los cielos. Reconocer el poder de Dios. Aceptar su dominio, su señorío y su gloria, es una evidencia de estar reconciliados con su infinita autoridad, con su ilimitado amor y su indescifrable capacidad de perdón. El señor es nuestro baluarte, nuestro emblema, nuestra bandera, que enarbolamos para rendir honor a todas sus manifestaciones, traducidas en amor al prójimo, amor a la vida, sujeción a la verdad, a la justicia, a la moral. Amar a Dios es ejercitar la misericordia, la solidaridad, la caridad y la piedad. Es perdonar setenta veces siete... Es orar por nuestros enemigos. El señor Dios es para todas sus criaturas, independientemente de que tengan la condición de ricos o pobres, sanos o enfermos, negros o blancos, hombres y mujeres, ancianos y niños, cultos o incultos, de letrados e iletrados, etc. Pero existe una especial inclinación de Dios por los débiles, por los oprimidos, por los enfermos, por los que poco tienen o no tienen nada. Por las viudas y por los ancianos. Por los niños y por los indefensos. Por los que sufren persecución a causa de la libertad, de la verdad, de la justicia y por su nombre. De cierto les digo que no quedará sin recompensa quien haya dejado todo por servir el señor y a sus causas y sus enseñanzas, representadas en lo bueno, puro y benéfico para la humanidad. El oprimido, el desprotegido, el pobre, el enfermo, el que vive en la aflicción, ponga toda su fe en el señor, manifiéstenle su confianza, su veneración y verán que, Dios no abandona a quienes le veneran y ponen su fe , su amor, su fidelidad y su servicio. Animo, gozo, alegría...
ETIQUETAS: seguirlo, reconocer, lealtad, fidelidad,
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